La verdad sobre el dictador Jorge Ubico Castañeda
Hoy habría cumplido años el dictador Jorge Ubico Castañeda, lo cual era celebrado como fiesta nacional. Cuando estaba ejerciendo la Presidencia de la República se celebraba con gran boato, como si él fuera el dueño del país, al extremo de que en su honor se llevaba a cabo la Feria de Noviembre en los campos de la Finca La Aurora y filas de mujeres, hombres y niños hacían largas cola en las cercanías del parque central y la Casa Presidencial para ir a darle la mano al dictador. Lo cual constituía el máximo honor al que se podía aspirar en el país. El servilismo que había era tan vergonzoso como generalizado, seguramente por el temor a las represalias de la implacable dictadura ubiquista. A quienes quieran conocer más detalles sobre las excentricidades de este patético dictador, supuesto general de división que nunca estudió ni se graduó en una escuela militar, ni mucho menos participó en alguna batalla, pero recibió los grados militares porque su padrino fue “El Reformador” general Justo Rufino Barrios, les sugiero leer el libro El dictador y yo de Carlos Samayoa Chinchilla.
Jorge Ubico Castañeda, arbitrario, autoritario y cruel dictador de Guatemala durante 14 años (1933 a 1944). Detrás de él está en esta fotografía está uno de sus más crueles sicarios, el general Daniel Corado, que fue asesinado por unos oficiales alzados cuando era comandante del cuartel Guardia de Honor durante la noche del 19 de octubre en la víspera del 20 de octubre de 1944. En esta foto característica, vestido de civil, lo vemos con su habitual cigarrillo con boquilla en la mano.
Esto es textualmente lo que dice la Enciclopedia libre Wikipedia sobre este ex dictador: “Jorge Ubico Castañeda (Ciudad de Guatemala, 10 de noviembre de 1878 – Nueva Orleans, Estados Unidos, 14 de junio de 1946). Político y militar guatemalteco. Presidente de Guatemala de 1931 a 1944. Sostuvo su mandato por el apoyo incondicional que le brindó el pueblo de Guatemala en virtud de que cuando asumió el cargo el país venia de una época de caos politico y social, grave aumento de delincuencia la que controlo totalmente dentro de su primer año de gobierno. Es ampliamente conocido por haber sido el último gobernante liberal autoritario en América Latina.
Hijo de Arturo Ubico, abogado y político guatemalteco, activista del Partido Liberal de Guatemala, Jorge Ubico creció y se desarrolló dentro de un ambiente social elevado. Asistió a las instituciones educativas de más alto prestigio en el país, así como también recibió educación complemetaria en escuelas militares de Estados Unidos y Europa.
En 1897 Ubico fue nombrado como Jefe Político en grado de Segundo Teniente de Infantería, para Tactic, Alta Verapaz. Fue allí donde logró desarrollarse ampliamente; ascendiendo de una forma rápida a través de todos los rangos militares, hasta llegar a convertirse en General de Brigada con apenas 28 años de edad. En 1920 participó en la junta militar que instaló al General José María Reyna Orellana en la presidencia del país. Con Orellana, él logró alcanzar el grado de General de División en 1922, solamente para que un año más tarde, renunciara a su cargo y logrará desligarse de la milicia guatemalteca.
No duró mucho tiempo sin que Ubico regresara de nuevo al ámbito político nacional, ya que en 1926 decidió fundar el Partido Libertador Progresista. Como él creía fervientemente en que su misión era la de mejorar la nación así como la condición de sus habitantes, envió varias propuestas de ley al Congreso, algunas de las cuales fueron aprobadas. También se opuso desde un comienzo a la administración de Orellana, por lo que le obligó a este a que renunciara en 1926, colocando posteriormente a gobiernos interinos con poca relevancia política nacional.
Jorge Ubico fue unánime y democráticamente electo Presidente de Guatemala el 14 de febrero de 1931. Una vez en el poder, él asumió poderes dictatoriales; uno de sus principales objetivos fue el de lograr una reorganización a nivel gubernamental, por lo que nombró a varios allegados suyos, Ubiquistas, en posiciones claves de su gobierno.
Sus métodos fueron siempre autoritarios. Ubico reprimió duramente a la oposición comunista e impuso censura a la prensa, en la que toda noticia debía de ser previamente autorizada por él, un día antes de su publicación. Realizó cambios constitucionales para prolongar su permanencia en el poder. Mandó a publicar la Ley Contra la Vagancia, en la que se debía de contar con un documento de identificación, autorizado por el patrono, que hacía constar su estatus de trabajador, ya que de no contar con ella, el individuo era obligado a realizar trabajos forzosos en alguna dependencia estatal en beneficio de la nación con lo que jamás se permitió la vagancia y la delincuencia.
Para 1944, después de más de 12 años de férrea dictadura, su gobierno empezó a denotar claros signos de debilidad. Se multiplicaron las manifestaciones de la población en su contra, exigiendo su renuncia. Fue en una de estas manifestaciones, que tras la orden de reprimirla, fue asesinada la profesora María Chinchilla, lo que resultó ser un detonante para su renuncia, ya que la promovieron como un mártir de la Tiranía Ubiquista. El 1 de julio de 1944 aceptó formalmente renunciar a su cargo, dejando en el poder al General Federico Ponce Vaides opositor del general Jorge Ubico Castañeda quien lo saca de la carcel para colocarlo a cargo de la presidencia y partiendo hacia el exilio político, ofrecido por el gobierno norteamericano a su persona.
Jorge Ubico murió en Nueva Orleans, Luisiana, el 14 de junio de 1946.
Obras Públicas
Durante su gobierno gozó de otro período de paz social y seguridad ciudadana que no se ha vuelto a superar al perseguir y castigar con total severidad a los delincuentes. Su gobierno es recordado por la extrema honradez con la que se manejo el dinero público y la rapidez y severidad con la que se castigaba a los funcionarios corruptos.
Durante el período de gobierno del General Ubico se edificaron la mayor cantidad y variedad de obras publicas que no solamente eran obras maestras de la arquitectura, con poderosa resistencia a los elementos sino que cubrian diversas necesidades de la población. Entre las más importantes podemos mencionar: el Palacio Nacional, la Casa Presidencial, el Palacio de Correos, .el Palacio de la Policia Nacional, .el Edificio del Congreso de la República, el Edificio de la Loteria Nacional, el Edificio de la Tipografia Nacional, el Edificio de la Aduana Central, y una gran cantidad de carreteras y caminos construidos gracias a la aplicación de castigos a los delincuentes quienes fueron los trabajadores en las mismas”.
Jorge Ubico Castañeda con uniforme de General de Brigada cuando fue candidato a la Presidencia la primera vez
No es estrictamente verdad que la profesora María Chinchilla “haya sido asesinada”, sino murió accidentalmente por una bala perdida. Tampoco es verdad que haya “dejado la presidencia al general Federico Ponce Vaides”, sino ocurrió que éste y los generales Buenaventura Pineda y Francisco Villagrán Ariza llegaron un día al Palacio Nacional a manifestarle su apoyo y ofrecerle su colaboración, pero él creyó que llegaban a pedirle la renuncia y la escribió en un pedazo de papel que les tiró por la cara y les gritó: “¡Aquì está su mierda!”. Pero aunque los tres generales se sorprendieron porque no lo esperaban, el secretario de Ubico (de apellido Melgar) les aconsejó que la aceptaran y se hicieran cargo del gobierno con el propósito de ser él la persna más poderosa del país en vista de la mediocridad de esos generales, y de inmediato integraron un triunvirado, pero a los pocos días el general Ponce Vaides asumió la Presidencia y logró que los serviles diputados del Partido Liberal Progresista le nombraran Presidente provisional. A lo cual el único que se opuso fue el diputado Alejandro Córdoba, dueño del periódico que era el más importante del país, el vespertino El Imparcial… pero ese atrevimiento le costó la vida porque esa misma noche fue asesinado por sicarios del nuevo dictador, general Federico Ponce Vaides, contra quien se llevó a cabo la insurrección militar en el cuartel Guardia de Honor que fue la base de la Revolución de Octubre.
Jorge Ubico uniformado de General de División después de haber sido elegido Presidente en 1931 y se creía émulo de Napoleón Bonaparte o propietario de Guatemala.
Después de haber sido un dictador tan poderoso, Ubico fue desterrado a Nueva Orleáns, la misma ciudad en la que había muerto en la clínica Oschner su antecesor el general Lázaro Chacón (quien por una misteriosa enfermedad se vio obligado a renunciar el 31 de diciembre de 1930), y el único miembro de su Estado Mayor Presidencial que fue a despedirlo al avión fue el capitán Eduardo Weyman Guzmán, a quien le dijo: “Tengan mucho cuidado con los cachurecos (católicos extremistas) y con los comunistas”. Y allá murió, sólo y triste, porque quería regresar a morir a su tierra, pero nunca se lo permitieron en vida. Solamente se permitió el regreso de sus restos mortales después de varios años. ¡Así es el poder! Lo deberían de recordar todos los que en alguna oportunidad han llegado a ejercer la Presidencia de la República. Deben ver dónde está y en qué condiciones el ex presidente Alfonso Portillo Cabrera, alias “Pollo Ronco“.