La caridad debe comenzar en casa


Página pagada por el gobierno en el diario Siglo Veintiuno.
No hay que ser mal pensados.
El día que en todo el mundo se dedica a la campaña contra fumar tabaco se publicó en el diario Siglo Veintiuno esta página completa de anuncio para instar a los guatemaltecos a no fumar, con el eslogan ?El consumo del cigarro es mortal para el que fuma y para los demás?, obviamente pagada por el Gobierno de Álvaro Colom, en la cual la figura principal es el Vicepresidente de la República, Dr. Rafael Espada, en la que, como puede verse, el eminente cirujano cardiovascular, de fama internacional, aparece sonriente y muy elegante, como si fuese un galán cinematográfico, con los dos dedos de la mano derecha “enlazados” o atados con los cuales usualmente los fumadores acostumbran tener el cigarrillo, para dar a entender que hay que tener los dedos “enlazados” o atados para no fumar. No creo que sea indispensable amarrarse los dedos para no fumar, porque lo único que se necesita es tener dos dedos de frente y una fuerte voluntad. ¡No puede ser que el tabaco o el deseo de fumar un cigarrillo pueda tener más poder que la voluntad de una persona inteligente y con sana autoestima para no querer hacerse daño en esa forma tan estúpida para echar humo por la boca y la nariz y por ello causarse cáncer.
Pero una guapa amiga mía que es muy mal pensada cree que el segundo al mando del equipo del actual gobierno de la república (o el tercero, según se dice) tiene esos dos dedos cruzados como cuando se hace “clavito” al desear que suceda algo, porque evidentemente sospecha que está esperanzado en que eso pueda sucederle a un cercano amigo que es un empedernido fumador que sigue fumando como “chancuaco” (como se dice en México) a pesar de saber que es perjudicial a su salud, es mortalmente dañino, además de ser políticamente incorrecto en su alta posición porque es feo que él sea el único mandatario en el mundo que aún sigue fumando.
Pero si este señor fallece de un enfisema pulmonar o alguna cosa parecida, él pasaría a ocupar su lugar. Se refiere al hecho bien sabido que el Presidente de la República, ingeniero Álvaro Colom Caballeros, aún no ha podido -o no ha querido- dejar de fumar a pesar de las reiteradas promesas que le ha hecho en este sentido a su amada esposa, la señora Sandra Torres Casanova de Colom, y a las demás personas que le rodean y tienen que soportar en su aliento y en su ropa la huella maloliente que han dejado los cigarrillos que ha fumado. Es inexplicable que el Dr. Espada aún no haya podido convencerlo de que debe dejar de fumar cuanto antes, porque le haría un bien, y ojalá

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