Los mismos diputados izquierdistas que propusieron el vergonzoso proyecto de Ley de Tierras: Leocadio Juracán Salomé y Sandra Nineth Morán Reyes, de la bancada Convergencia, parece que tienen vocación para hacer el ridículo.
Haciendo evidente que no merecen el cargo que ostentan, han presentado una solicitud de antejuicio, totalmente halada de los pelos, contra el Presidente Constitucional de la República, Jimmy Morales Cabrera.
No es admisible que no piensen, que es imposible que su jugada politiquera culmine con el nefasto propósito que con el resto de la izquierda vienen impulsando después de su fracaso electoral.
Lograr la remoción del presidente para ver si por ese medio logran colocar en la Vicepresidencia a alguien de su fracasada ideología y asegurarse desde allí la manipulación del poder.
Lo más lamentable es que el Ministerio Público haga evidente una vez más que participa de ese complot, y la Fiscal General sigue escondiéndose en la figura de su secretaria, Mayra Veliz, para que salga a dar la cara que ella no se atreve a mostrar. Esta secretaria, a pesar de los delitos que ha tipificado con su conducta y contra quien se han incoado varios procesos, es encubierta por su jefe, quien no sólo no la suspende en el ejercicio del cargo, sino que le da alas para que siga delinquiendo, lo cual hace suponer que es probable que está cumpliendo sus instrucciones.
La responsabilidad penal es estrictamente personal, no se puede transferir de una persona a otra. Es decir que sólo son responsables de la comisión de un delito sus autores y los cómplices de estos.
Los autores son los que participan directamente en la ejecución del delito, quienes fuercen o induzcan a otros a cometerlo, quienes cooperen en su realización con un acto sin el cual no se hubiera podido cometer y quienes estén presentes en el momento de la comisión por haberse concertado con los ejecutores.
Los cómplices son quienes animen o alienten a otro a cometer el delito, quienes ofrecen ayuda o cooperación para después de cometido, quienes proporcionen información o suministren medios para su realización, y quienes sirvan de enlace o de intermediarios entre quienes participen para que concurran en el delito.
Es obvio que ninguna de estas circunstancias concurre en la conducta del presidente en relación con los hechos inventados en el escrito de planteamiento del antejuicio, pero los politiqueros lo han acusado hasta de cometer el delito de ejecución extrajudicial, lo cual los retrata de pies a cabeza.
Para nadie es un secreto que los politiqueros de la izquierda vienen realizando una serie de actividades que persiguen debilitar la imagen del presidente Jimmy Morales, con la esperanza de defenestrarlo y obligar al nuevo presidente, el hasta hoy Vicepresidente, Jafet Cabrera, a proponer a sus compinches, para que el Congreso legalice a uno de ellos como nuevo Vicepresidente, completando así la manipulación del poder, lo que casi han logrado con las cabezas de playa que han colocado en el sistema de justicia.
Desgraciadamente, dentro de esas cabezas de playa se encuentra la Fiscal General Thelma Esperanza Aldana, quien como incondicional del comisionado de la CICIG, Iván Velásquez -de tendencia izquierdista por demás reconocida- desde su cargo viene orquestando el debilitamiento de las instituciones del Estado.
El antejuicio planteado persigue también dar a la Fiscal General una ventaja adicional, pues pretende tender una cortina de humo sobre la responsabilidad penal que tiene en la muerte de las cuarenta y una adolescentes del Hogar Seguro Virgen de la Asunción.
Efectivamente, desde el veinticuatro de octubre de dos mil dieciséis, los abogados de la Oficina Nacional contra la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, licenciados Otto Marroquín, y Carlos Solórzano le habían presentado denuncia de las violaciones sexuales y atropellos a que estaban sujetas estas niñas en ese lugar y la jefa del MP jamás tomó las acciones a las que estaba obligada para terminar con esta situación que a la larga se convirtió en la tragedia que todos conocemos.
Constitucionalmente, el fin principal del Ministerio Público es velar por el estricto cumplimiento de las leyes, fin con el que la Fiscal General no se identifica, pues continuamente se le ve participando en actividades políticas, lo cual la mantiene alejada del cumplimiento de su función de velar por la aplicación de la ley, actividades que explican por qué incumplió con su obligación de ponerle fin a la desgraciada situación de las adolescentes del Hogar Seguro y ejercer la acción penal contra sus abusadores.
Lejos de cumplir con sus obligaciones, ahora se ha cebado con empleados de menor rango de la Procuraduría General De la Nación y la Procuraduría de los Derechos Humanos, pretendiendo con ello “taparle el ojo al macho”, como se dice en buen chapín, para ocultar su responsabilidad.
No existe justificación jurídica alguna para que el Ministerio Público se haya prestado a enviar a los tribunales de justicia la peregrina solicitud de antejuicio que le fuera presentada sin fundamento alguno, por dos diputados que se prestan al condenable juego de desprestigiar al Presidente de la República.
Es función del ejercicio de la acción penal por parte del Ministerio Público desechar aquellas denuncias sobre hechos que no constituyen delito, o en los que resulta evidente que los sindicados no pudieron haberlo cometido; pero lejos de abstenerse de violar los derechos fundamentales de la persona y respetar el debido proceso, por razones obviamente politiqueras se ha prestado al juego de los enemigos del régimen.
Los diputados que presentaron este antejuicio no tienen nada que perder, porque no tienen nada que para una persona decente valga la pena perder, ya se han venido retratando como lo que son: ilusos manipuladores del derecho, pero eso no obsta para que los ciudadanos se den cuenta, que este tipo de acciones condenables son un reflejo de la inmoralidad de sus autores.
Conclusión: por esto, aplaudo las palabras pronunciadas por el Presidente Jimmy Morales en una reciente rueda de prensa, las cuales reproduzco a continuación:
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¡Tiene razón, Presidente Jimmy Morales! Estas palabras las debió pronunciar desde hace mucho tiempo. Merece un aplauso nacional.
Twitter@jorgepalmieri.com