1.- El triunfo de la selección
Ha sido motivo de satisfacción y alegría para Guatemala, el hecho que nuestra selección de fútbol haya ganado con un score de 2 a 0 a la selección nacional de los Estados Unidos, lo cual significa que todavía está vigente la posibilidades de participar en el campeonato mundial de Rusia en el 2018. Este éxito ha sido calificado como un “triunfo histórico” porque hacía 33 años que una selección guatemalteca no le ganaba a una selección norteamericana. Es innegable el mérito del nuevo técnico, Walter Claverí, cuya táctica hizo posible que nuestra selección derrotara a la poderosa selección norteamericana que otrora fue muy difícil de derrotar en los juegos de la Confederación Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf).
La selección guatemalteca desarrolló un primer tiempo excelente, habiendo logrado marcar los dos goles desde los primeros minutos de juego: el primero con la cabeza de Rafael Morales y el segundo con el pie de Carlos “el pescado” Ruiz; y logró mantenerse ese score gracias a la excelente actuación del arquero Paulo Motta, que logró atajar varios intentos de gol de los seleccionados estadounidenses.
Ahora hay que esperar el resultado del juego “de vuelta” que tendrá lugar mañana en Columbus, Ohio. Le deseo el mismo éxito a nuestra selección. Pero si acaso no gana este partido, deseo que los fanáticos chapines no la arremetan injustamente contra los seleccionados. Porque en el fútbol se gana y se pierde. Y ojalá que si nuestra selección pierde este juego no vayan a rasgarse las vestiduras los fanáticos que no comprenden que el juego de “la primera vuelta”, aquí en el Mateo Flores, fue algo parecido a un espejismo. Porque no hay que perder de vista que la selección de los Estados Unidos es muy buena.
Pero se formó un gran escándalo como consecuencia de un comentario un tanto despectivo que publicó en la red el periodista deportivo mexicano de origen judío David Failteson, de la cadena ESPN, al decir: “Estados Unidos pierde ante un cualquiera –en lo futbolístico- y Jurgen Kinsman entra en seria crisis”. Como consecuencia, primero la señora Adela Camacho de Torrebiarte, presidenta del Comité de Regularización de la Federación de Fútbol (Fedefut), mandó una carta a la cadena ESPN protestando por ese comentario del mencionado periodista y exigiendo una disculpa. Pero no quedó ahí la cosa, porque hasta el presidente constitucional de la república, Jimmy Morales, comentó en la red “Una actitud realmente lamentable y deplorable, deja muy mal parada a la cadena de televisión que representa, como guatemalteco me uno a la solicitud de una disculpa pública y a que cambie de actitud, no es la primera vez que trata de esa manera a nuestro deporte”. Hasta donde tengo entendido, Failteson ya presentó su disculpa por su cuenta de Twitter ofreciendo “amor y paz” a los chapines.
Sinceramente, el mensaje del presidente Morales habría sido mejor si hubiese sido protestando contra el terrorismo en Bruselas, porque el tema es más digno de su rango. Por lo cual me parece que quien ha quedado mal es él.
En mi opinión, se ha hecho una tempestad de un vaso de agua. En primer lugar, porque no se le puede impedir que ejerza su libertad de expresión a un periodista; y, en segundo lugar, porque según la DRAE el término “cualquiera” significa, “de poca importancia”. Pero el periodista mexicano Failteson agregó que “cualquiera en lo futbolístico” con lo cual quiso decir que, en su opinión periodística, la selección guatemalteca tiene poca importancia en lo futbolístico.
Nunca he visto ni oído al tal Failteson, pero muchas personas que me merecen confianza me aseguran que se ha caracterizado por hacer desagradables comentarios despectivos sobre los equipos de la Concacaf en general y de Guatemala en particular. Y por ello es que se ha hecho odioso para los guatemaltecos. Yo no tengo ningún interés en defenderle, pero considero que, por muy desagradables que sean sus comentarios sobre nuestros equipos de fútbol, está en su derecho a expresarlos. Pero no debe ser ofensivo. Recordemos lo que dijo el gran Voltaire: “Aunque no esté de acuerdo con lo que dices, voy a defender hasta con la última gota de mi sangre tu derecho a expresarlo”.
Y si acaso fuese tanto lo que nos duelen su comentarios, hay que pagarle con la misma moneda y, como suelen hacer los mexicanos en estos casos, mandarle a chingar a su madre. Y colorín colorado.
2.- Mis felicitaciones
En el transcurso del fin de semana pude ver varios programas de televisión de canal Antigua que merecen mis felicitaciones: “Investigación Especial”, de Sylvia Gereda, sobre el grave estado del lago de Atitlán y la urgencia de que se tomen medidas para recuperarlo antes de que sea demasiado tarde. “Destino 2016”, en la entrevista colectiva al nuevo jefe de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), licenciado Juan Francisco Solórzano, un joven brillante de 32 años que demostró que sabe lo que debe hacer para recuperar la confianza de los contribuyentes. Lo que no me explico es por qué le ponen como segundo apellido Foppa y dicen que es nieto de mis queridos amigos Alfonso Solórzano y Alaíde Foppa. Y “Enfoque” de Gonzalo Marroquín, en una interesante entrevista al ex canciller y ex vicepresidente de la república Eduardo Stein Barillas, quien no pudo haber estado más claro para explicar los diferentes temas que abordaron: las discutidas injerencias diplomáticas y la presencia de la CICIG en Guatemala.
Twitter@jorgepalmieri