MISCELÁNEA DEL 14/01/23

1.- Primer informe presidencial

Al cumplirse el primer año de haber asumido la Presidencia de la República, en el transcurso de hoy el general retirado Otto Pérez Molina rendirá al pueblo de Guatemala un informe sobre lo que se ha sido su gestión. En el pasado, se acostumbraba que cada 14 de enero el mandatario de turno leía su informe ante el pleno del Congreso de la República, pero desde el segundo año del desafortunado gobierno de Óscar Berger Perdomo y Eduardo Stein Barillas, se argumentó que la Constitución de la República no establece como obligación que el jefe del Organismo Ejecutivo se presente a leer personalmente su informe ante el pleno de diputados, y que basta con que lo envíe por escrito al Congreso; pero siempre se espera que el presidente lea ante el pleno por lo menos un breve mensaje relativo al hecho. Es evidente que el actual gobierno ha querido hacer una innovación inédita y decidió que el presidente haga su informe ante el pueblo directamente y no ante los supuestos representantes de éste, los diputados. Al principio se dijo que Pérez Molina leería su informe en la Plaza de la Constitución, pero después cambió de opinión –como lo ha hecho tantas veces durante el año– y decidió que lo hará en la zona 18. Unos han dicho que cambió de lugar porque no creyó que tendrían la posibilidad de llenar la amplia plaza que construyó el ingeniero José Ángel (“El Chino”) Lee cuando desempeñó las funciones de Alcalde de la capital durante el gobierno de facto del general Efraín Ríos Mintt..

General retirado Otto Pérez Molina, presidente constitucional de la República de Guatemala, cuyo gobierno está cumpliendo hoy su primer año de gestión.

Gracias a los medios de comunicación social, el presidente Pérez Molina ha venido adelantando un poco de lo que seguramente repetirá hoy en la zona 18. Entre otras cosas, dirá que su gestión durante el primer año de gobierno ha sido exitosa y que los guatemaltecos estamos mejor que el año pasado, como repite hasta la saciedad la publicidad gubernamental con el eslogan “Ahora sí!”, aunque nadie se lo crea. Porque la inseguridad pública y el crimen organizado siguen más o menos lo mismo y el tráfico de drogas ni se diga, puesto que en todo el año no han hecho incautaciones ni capturas. Pero eso depende del cristal con que se mire, como dijo el poeta Ramón de Campoamor. En realidad, por más que la supuesta “encuesta libre” del diario Prensa Libre diga que el presidente tiene el 70% de aprobación en el interior del país, creo que pocos se lo creen. ¡Cómo no Chon! Dios sabe que si la encuesta hubiese sido en verdad libre y no amañada, ese resultado no es verídico. Pero se ha venido haciendo costumbre que cada uno de los gobernantes de turno hablen de sus respectivas gestiones como si estuviesen viviendo en otro país. En mi opinión, aunque pueda ser verdad que tal vez hemos mejorado un poco en algunos aspectos específicos, como la seguridad pública, porque dicen que han disminuido loa crímenes, a pesar de las reiteradas insurrecciones que se han producido en diferentes lugares, como en la mina de Huehuetenango, en Totonicapán y en la mina San Rafael, la situación del país no está mejor. Porque no hay gobernabilidad y la corrupción sigue en su apogeo. Y el partido oficial denominado Patriota se está quedando sin diputados mientras que sigue aumentando la bancada del partido llamado Líder del doctor Manuel Baldizón, quien tiene tapizadas de vallas las carreteras del país con sus fotos. ¡Dios libre a Guatemala de que este señor pueda llegar algún día a ser presidente de la República! Afortunadamente, no creo que yo todavía vaya a estar vivo para las próximas elecciones, de manera que no correré el riesgo de ver que eso ocurra. Los pocos diputados que le quedan al PP son del empresario Gustavo Alejos Cámbara, quien es sumamente poderoso desde los tiempos del tristemente recordado gobierno bicéfalo de Álvaro Colom y su esposa Sandra Torres Casanova. Y lo peor del caso es que si en verdad cree el presidente que ha sido un buen año de su gestión es que “estamos jodidos todos ustedes”. Pero esta vez el actual mandatario dijo que no iría al Congreso de la República porque “está muy desacreditado”, lo cual, aunque sea verdad, es “políticamente incorrecto”, porque hay separación de poderes y el jefe del Organismo Ejecutivo debe ser respetuoso de los miembros del Organismo Legislativo y del Organismo Judicial. Sin embargo, el general de la cacareada “mano dura” ha querido demostrar que él es quien manda en el país y en vez de acudir al Congreso, donde ya estaban los cadetes haciendo guardia para recibirle con honores, convocó al Palacio Nacional de la Cultura a los presidentes de los otros dos poderes del Estado, quienes acudieron puntualmente a la cita, obviamente sin medir las consecuencias de lo que hacían porque contribuyeron al desprecio que el general Pérez Molina le hizo a los diputados que, aunque no sean de nuestro agrado, supuestamente son legítimos representantes del pueblo que les eligió. Lo cual debe merecer respeto aunque algunos de ellos se comportan de tal modo que no lo merecen.

A mí en lo personal no me sorprende en lo más mínimo esa actitud de corte totalitario del general en situación de retiro porque la primera vez que lo ví en mi vida fue cuando él era Jefe del Estado Mayor Presidencial (EMP) del presidente emergente Ramiro Deleón Carpio (alias “huevos tibios”) y en la finca presidencial Santo Tomás, situada en el departamento de Escuintla, o sea en el corazón del trópico, tuvo lugar la boda de uno de los hijos del mandatario al medio día de un domingo caluroso, pero cuando todos los invitados ingresamos sudorosos, porque era obligatorio asistir con traje oscuro, nos topamos con la desagradable sorpresa que había militares vestidos de civiles “cachando” a los invitados para comprobar que no llevásemos armas de fuego, y yo opuse resistencia a que nos cacharan a mi hijo Alejandro y a mí, y pregunté a los “cachadores” que por órdenes de quién estaban tratando en esa forma tan descortés a los invitados, como si sospecharan que entre ellos pudiese haber algunos terroristas. Pérez Molina estaba viendo lo que ocurría rodeado de algunos de sus ayudantes y me dijo que él había dado esa orden “por razones de seguridad”, a lo que le respondí que era vergonzoso porque estábamos invitados por el presidente de la República, y si nos había invitado era porque nos tenía confianza. A lo que él me contestó: “Pues yo lo siento mucho, pero tenemos que hacerlo” a lo que yo  respondí: “No señor, quienes lo sentimos somos los invitados porque si hubiésemos sabido que nos iban a cachar probablemente no habríamos venido”. Pero como él era quien realmente mandaba durante ese gobierno, había que soportar esas muestras de torpe autoritarismo militar. Y cuando llegamos ante el presidente y su esposa Shenny, les dije que era de muy mal gusto lo que estaban haciendo con sus invitados y él me contestó que eran “disposiciones de los militares por motivos de seguridad” y por lo tanto todos teníamos que aguantarnos. A todo esto, el presidente estaba vestido de frac y su esposa de vestido largo y ambos sudaban a chorros por el intenso calor. Y cuando les pregunté por qué habían decidido celebrar la boda en esa finca situada en el corazón del trópico y habían especificado que los invitados teníamos que llegar con traje oscuro y ellos estaban vestidos tan formalmente, él de frac y ella con vestido largo, el mandatario me dijo que habían decidido celebrar la boda en la finca presidencial porque es una instalación del Estado donde no tenían que pagar alquiler y que habían pedido que los invitados llegaran de oscuro para que no se creyera que por ser en Escuintla se podía asistir a la boda de guayabera, lo cual habría sido lo indicado por comodidad.

Pero siguiendo con el presidente Pérez Molina, desde el discurso que pronunció en la toma de posesión dijo ciertas cosas que habría hecho bien si las hubiese pensado dos veces o después de consultar con algunas otras personas, por lo menos a sus homónimos centroamericanos, su tristemente “famosa” idea de la “despenalización de las drogas”. ¿Y qué resultado obtuvo? Que antes de lo que canta un gallo viniesen al istmo unos enviados del Imperio a decirles a los presidentes de estos pequeños países que eso no iba a ser posible. Y antes se había dicho que durante su breve visita a Guatemala el presidente salvadoreño Carlos Mauricio Funes Cartagena dijo que estaba de acuerdo con esa idea del mandatario chapín, pero el regresar a San Salvador Funes lo desmintió. Después hay que recordar la payasada de llevar a todos sus colaboradores a “convivir” un fin de semana con los pobres campesinos en el interior de la república, lo cual de nada sirvió, y luego ha venido enmendando la plana en muchas de las otras cosas que ha planteado, tales como el proyecto de reformas a la Constitución Política de la República y el Acuerdo 370-2012 por el cual Guatemala pretendió limitar la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el sentido de que ésta es “exclusivamente para hechos cometidos  con posteridad al 9 de mayo de 1987 y que en caso de hechos o delitos continuados, el principio de ejecución o conducta originaria debe haber sucedido con posterioridad al reconocimiento de esa competencia, ocurrida el 9 de marzo de 1987”, según el criterio de Arenales Forno, quien agregó: “La Corte dispuso interpretar a su antojo y comenzó a c0nocer casos anteriores a este año. aduciendo que era conducta continuada”.

 Antonio Arenales Forno, es tan feo como sus tenebrosas maquinaciones.

Pero es que Pérez Molina se ha rodeado de algunos asesores con fama de ser “geniales” que le meten ideas en la cabeza, como el licenciado Antonio Arenales Forno, actual Secretario de la Paz y persona de toda la confianza del presidente, gracias a cuyas maquinaciones se deben también, entre otras cosas, que el presidente Jorge Serrano Elías haya prácticamente otorgado su reconocimiento a la independencia de Belice al invitar a un representante a un acto oficial y nombrar un embajador ante ese gobierno colonial sin antes haber hecho un referendum o consulta popular, y después trató en vano de convertirse en dictador, imitando al presidente peruano Alberto Fujimori. Por lo cual no es de extrañar que también sea de él esta idea de querer “restringir” la competencia de la CIDH. Pero ante el sonado fracaso de su descabellado propósito, ahora se les ha metido en la cabeza nombrar a Arenales Forno Embajador Plenipotenciario para que vaya ante la CIDIH a “pelear” el caso. ¡Lo van a mandar al carajo! Consulté el caso a mi viejo amigo el doctor Jorge Mario García Laguardia, ex Procurador de Derechos Humanos de Guatemala, y me dijo que lo mejor que había leído de todo lo que se ha venido publicando sobre el particular es el artículo del periodista y abogado Luis Morales Chúa publicado en la página Editorial del diario Prensa Libre el domingo 6/01/13, el cual reproduzco a continuación para beneficio de quienes aún no lo hayan leído:

TIEMPO Y DESTINO 

Guatemala bajo la lupa de la CIDH

El acuerdo gubernativo 370-2012 contiene una defensa vieja y fallida

“El acuerdo gubernativo 370-2012 por el cual Guatemala desconoce la competencia contenciosa de la Corte Interamericana de derechos Humanos, en relación a crímenes cometidos oficialmente durante el conflicto armado interno, antes de 1987, no tendrá efecto alguno porque implica un intento, no permitido,  de enmendar un acuerdo multilateral entre numerosas naciones: la Convención Americana sobre Derechos Humanos, por la cual fue creada la citada Corte y le fue fijado el ámbito de sus competencias.

El argumento que sirve de base al acuerdo, presentado como novedoso, es en realidad muy viejo. Fue utilizado desde 1987,  cuando Guatemala reconoció  la competencia contenciosa de la Corte. Y lo explico en la siguiente forma, basándome en documentos oficiales, especialmente en la declaración guatemalteca de aquel año.

El reconocimiento de la competencia contenciosa de la Corte fue hecho  ––cito textualmente ––“con la reserva de que los casos en que se reconoce la competencia son exclusivamente los acaecidos con posterioridad a la fecha en que esta declaración sea presentada al Secretario de la Organización de los Estados Americanos”.

La intención del Gobierno de esos tiempos era que la Corte se abstuviera de conocer denuncias sobre matanzas cometidas contra la población por los gobiernos anteriores al de Vinicio Cerezo y evitar las condenas.  Pero, la Corte tenía otra opinión y admitió denuncias por  algunos de esos hechos como sucedió con las cinco masacres cometidas entre 1980 y 1982  contra la población de la comunidad de Río Negro.

La sentencia por ese caso fue dictada el 4 de septiembre del año pasado y, según el informe resumido publicado por la CIDH,  entre sus consideraciones figura la siguiente:

“El Estado de Guatemala alegó, como excepción preliminar, que la Corte Interamericana  carecía   de competencia para pronunciarse sobre la ‘totalidad’  de las violaciones a los derechos humanos alegadas en el presente caso, puesto que dichas violaciones ocurrieron  entre los años  1980 y 1982, es decir, antes de que Guatemala reconociera la competencia contenciosa  del Tribunal, y debido a que son violaciones que no persisten a la fecha y no son de carácter continuado.  Guatemala reconoció  la competencia contenciosa de la Corte el 9 de marzo de 1987, y en su declaración indicó que el Tribunal tendría competencia  para los ‘casos acaecidos’  con posterioridad a la fecha de dicho reconocimiento y que hubieran generado  violaciones  de derechos humanos de ejecución instantánea y continuada o permanente. Con base en ello y en el principio de irretroactividad, la Corte Interamericana  resolvió que tenía competencia  para conocer de los actos o hechos que  tuvieron lugar con posterioridad  a la fecha de dicho  reconocimiento y que hubieran  generado  violaciones de derechos humanos de ejecución continuada o permanente. Por otro lado, el Tribunal también decidió que tiene competencia para conocer de violaciones  de derechos humanos de  carácter continuado o permanente aunque  el primer acto  de ejecución  hubiera tenido lugar  antes de la fecha del reconocimiento  de la competencia contenciosa de la Corte,  si dichas violaciones persistían con posterioridad  a dicho reconocimiento,  puesto que se continuarían cometiendo, de manera que no se infringiría el principio de irretroactividad. Teniendo en cuenta lo anterior, la  Corte resolvió que tenía competencia para conocer los hechos y  las presuntas  violaciones a los derechos humanos relativas a las desapariciones forzadas; la falta de investigación imparcial y efectiva de los hechos; la afectación a la integridad de los familiares y sobrevivientes en relación con la identificación de las personas  ejecutadas y desaparecidas; la destrucción del ‘tejido social de la comunidad’  y el desplazamiento forzado”.

El Estado fue condenado. Por lo tanto, el acuerdo 370-2012 no tendrá ningún efecto en la CIDH. Es inútil,  y su derogación es procedente. Sale a luz simultáneamente con una nueva condena por parte de la misma Corte por la desaparición forzada de ciudadanos guatemaltecos, asesinados por motivos políticos durante el conflicto armado interno.

Y otras condenas vienen en camino.” (Fin del artículo de mi colega Luis Morales Chúa)

2.- Entrevista en A las 8 y 45

El programa periodístico denominado A las 8 y 45, que transmite Canal Antigua ofreció ayer una entrevista que le hicieron al general retirado Otto Pérez Molina los periodistas Juan Luis Font y Pedro Trujillo. En primer lugar, es afortunado que en nuestro país se hayan abierto varios medios de comunicación en los cuales se puede dar a conocer entrevistas al presidente de la República; y en segundo lugar, es muy agradable ver que nuestro gobernante se presenta en un programa periodístico como ese sin que le preceda La Granadera ni le acompañen sus guardaespaldas; y, finalmente, que el mandatario se comporte con suma sencillez al responder las preguntas un tanto incisivas que le hicieron. ¡Bravo por esto! Pero, por otra parte es lamentable que nuestro gobernante no haga buen uso de nuestro idioma, a pesar de sus muchos años de estudios en diversas academias militares. Porque, por ejemplo, no se debe decir que en Totonicapán “hubieron” muchos heridos, sino que hubo muchos heridos. Sin embargo, en general la entrevista fue respetuosa de parte de los entrevistadores y cordial de parte del entrevistado. En resumen, la entrevista fue interesante y amena, aunque no necesariamente fue verídico todo lo que dijo el general. ¡Lástima que no fue “en vivo” porque fue grabada desde el jueves anterior!

3.- Explosivo artículo de José Rubén Zamora

En el transcurso de los 66 años que llevo en el oficio periodístico, nunca había leído un artículo tan dramáticamente duro en contra de algún presidente de la República, como el que publicó esta mañana en elPeriódico (del cual es presidente) el ingeniero José Rubén Zamora, con el título “Preso de sus pasiones”. Creo que su contenido únicamente puede ser comparado con los artículos que publicó su abuelo, el inolvidable gran periodista, historiador, polemista y político licenciado Clemente Marroquín Rojas, titulados “Desnudando al Ídolo” en contra del general Jorge Ubico, cuando éste era candidato presidencial contendiendo contra el general Lázaro Chacón, de quien Marroquín Rojas era partidario. No voy a reproducir el artículo del ingeniero Zamora,  porque lo considero demasiado ofensivo contra el Presidente y la Vicepresidenta de la República, general retirado Otto Pérez Molina y Rossana Baldetti, Es evidente que tiene algo personal contra la vicepresidenta Baldetti y el presidente Pérez Molina, y no voy a solidarizarme con él, pero recuerdo la frase que dijo el escritor, historiador, filósofo y abogado francés François Marie Arouet, más conocido por su seudónimo Voltaire, el campeón contra la intolerancia de los poderosos: “No comparto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”. Si acaso hay una persona lo suficientemente inteligente y prudente alrededor del presidente y la vicepresidenta de la República, sería bueno que les aconseje no reaccionar con el hígado, sino recordar lo que dijo el genial Voltaire. Y que no es tan importante lo que otros dicen en contra de uno, sino la reacción que se tiene contra quienes lo dijeron.

Twitter: @jorgepalmieri

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Comments

comments