MISCELÁNEA DEL 18/04/12

1.- Día de gran significación para mi linaje

A las 3 de la mañana del 18 de abril de 1975 tuve que llevar de emergencia al hospital que entonces se llamaba “Bella Aurora” y hoy se llama “Las Américas” a mi amada esposa Anabella Waelti Castejón de Palmieri, porque presentaba un cuadro de placenta previa cuando nació mi amado hijo Alejandro Palmieri Waelti tras una urgente operación de cesárea, la cual fue practicada exitosamente por mi inolvidable amigo, ya desaparecido, el Dr. Francisco Bendfeldt Jauregui, destacado médico obstetra y ginecólogo, a quien recuerdo con profunda gratitud y afecto por esa razón y la entrañable amistad que sostuvimos durante muchos años. De manera que Alejandro está cumpliendo hoy 37 años de edad, lo que es motivo de muchísima alegría para mí. Por lo cual quiero recordar y rendir un amoroso homenaje a su madre, mi inolvidable, bella y amada esposa Anabella, quien falleció  a la temprana edad de 34 años, en 1983, por causa del exceso de radioterapia que le practicó un médico irresponsable en el hospital Herrera Llerandi sobre un linfoma Hodgkin que tenía en el mediastino. Mi amada Anabella falleció cuando Alejandro tenía solamente 8 años de edad y por esa lamentable circunstancia yo tuve que ser su padre y su madre a partir de ese día y nunca quise volver a casarme para no imponerle una madrastra, porque nunca se sabe cómo éstas van a tratar a un hijastro. Y por aquello de las dudas he permanecido viudo. Y me he quedado solo. Aunque constantemente me rodeo del amor de Alejandro y de su entrañable hermano mayor, Rodrigo Carrillo Waelti, a quien veo como un hijo.

Mi amada esposa Anabella Waelti Castejón de Palmieri, madre de mi hijo Alejandro. Antes de que nos conociéramos, nos enamoráramos y nos casáramos por lo civil, en ceremonia oficiada en la Municipalidad por el entonces Alcalde Metropolitano Lionel Ponciano León, ella había estado casada en primeras nupcias y tuvo un hijo, Rodrigo, quien desde que tenía 3 o 4 años fue mi hijo putativo y le sigo queriendo como cuando ella estaba viva y siempre ha sido un amoroso hermano de Alejandro.

Foto del bautizo de mi amado hijo Alejandro en brazos de su amorosa madre, mi amada esposa Anabella Waelti Castejón (qepd). El bautizmo fue oficiado hace 37 años por mi difunto amigo monseñor Mario Martínez de Lejarza, en la iglesia Inmaculada de Tívoli. Y como cometimos el error de que no habíamos nombrado padrinos de bautizo, designé padrinos a todos los amigos que estaban presentes en el templo durante la ceremonia, error por el cual he lamentado que Alejandro realmente nunca ha tenido padrinos.

Esta foto de las tres generaciones fue tomada hace tres días: yo, el padre y abuelo, Alejandro, el padre y su hijo, mi amado nieto Paolo Palmieri Rodríguez, quien será el continuador del linaje Palmieri de mi parte porque es el único nieto que tengo. Como pueden ver, es innegable el parecido físico de los tres. Es asombroso el parecido que hay hoy entre mi nieto Paolo y mi hijo Alejandro cuando le llevamos a bautizar. Por cierto que Paolo también nació en el hospital Las Américas por una cesárea a su madre, Alejandra Rodríguez.

2.- Es injusto el apodo “Rox-Sandra” a Rossana Baldetti

La Vicepresidenta de la República, Roxana Baldetti Elías

Con el claro propósito de censurarla por algunas de sus acciones políticas y  “su modo de ser” en lo personal, por una misteriosa coincidencia, el mismo día (viernes 13 del mes en curso) los destacados columnistas Gustavo Berganza de elPeriódico y Estuardo Zapeta de Siglo 21, dos de los más leídos  del país, “bautizaron” con el apodo de “Rox-Sandra” a la señora Vicepresidenta de la República, Rossana Baldetti Elías, con el agravante que Zapeta agregó el apellido “Arañetti” para que suene como Baldetti. Además, éste último expresó con claridad que se refería a la similitud que hay entre el comportamiento de la tristemente recordada Sandra Torres Casanova –a quien su entonces esposo, el presidente Álvaro Colom Caballeros, por alguna razón desconocida la llamó “arañita”–, y planteó que en Guatemala cuando se le pone un apodo a una persona es muy difícil que se lo quite, como se ha podido comprobar en incontables casos a través de nuestra historia, particularmente a personajes de la actividad política, aunque aclaró que no tiene el propósito de ofenderla, sino de hacerle un llamado de atención para que reflexionen, no sólo ella en lo personal “sino también al Gobierno mismo” y sugiere que éste “sea el inicio de una introspección”. Por su parte, Berganza explica el título de su artículo titulado Rox-Sandra con el subtítulo “Dos mujeres, dos gobiernos, un estilo” y en su primer párrafo agrega: “No pasaron ni dos meses del gobierno de la UNE para constatar que Sandra Torres, sin cargo por nombramiento ni puesto por elección popular, controlaba una porción significativa del gobierno de Álvaro Colom. La Doña se le puso como apodo rememorando la versión cinematográfica de Doña Bárbara, en la que María Félix arremetía a chicotazos contra todo aquel que se oponía a sus mandatos”. Sobre este párrafo, es probable que el apodo haya sido debido a la novela del venezolano Rómulo Gallegos, porque no creo que haya sido porque exista el más mínimo parecido físico entre las dos mujeres mencionadas. Pero en el párrafo siguiente, dice Brganza: “Tres años después, la historia volvió a repetirse. Roxana Baldetti, vicepresidenta de la república por decisión soberana del pueblo, se ha apoderado de la administración pública en este régimen que preside, ahora ya no sabemos hasta qué punto, Otto Pérez Molina”. Y agrega: “Y digo que se ha apoderado porque de su despacho salen nombramientos de viceministros, directores generales, directores, jefes de departamento y empleados rasos. La señora Baldetti ha mostrado especial empeño en nombrar, en nombre del Presidente, a quienes ejercen funciones administrativas y financieras. Algo que justifica con el argumento de que de esa manera garantiza un manejo honrado, eficiente y transparente de los recursos del Estado”; y en tono burlón concluye: “Mmm, sí, ajá…”

Es verdad que la Roxana Baldetti Elías desempeña con insólita firmeza las atribuciones que le confiere la Constitución Política de la República para coordinar a los ministerios de Estado, además de otras que le confía el Presidente Pérez Molina, sobre todo cuando él ha salido del país y ella ha quedado como Presidenta en funciones. Lo que sucede es que Sandra Torres Casanova de Colom dominaba totalmente a su marido mandilón y abusivamente se tomó atribuciones que no le competían a ella sino al Vicepresidente Rafael Espada, y como éste no hizo nada para impedirlo y se dedicaba a encerrarse en su despacho a jugar capirucho y vuelos simulados, la llamada “Prmera Dama” o “Dama de Hierro”, como nombrabran, se permitió desempeñar las funciones vicepresidenciales. Por otra parte, se le achaca a la señora Baldetti que ha desempeñado tenporalmente la Presidencia de la República a pesar de ser la secretaria general del Partido Patriota, y consideran que viola la Constitución de la República porque está establece que el Presidente es la representación de la unidad nacional. Pero lo que realmente está prohibido es que quien desempeñe la Presidencia de la República favorezca a un sector de la población. ¡No hay que ser! Lo que temo es que esos dos columnistas son un poco misóginos y les molesta que una mujer tenga esa responsabilidad nacional.