SOBRE EL CASO VIELMAN


El caso contra Carlos Vielmann

Primero quiero referirme brevemente a la interesante entrevista que el veterano periodista Haroldo Sánchez, director del noticiario Guatevisión, le hizo, en Madrid (España) al controvertido ex ministro de Gobernación de Guatemala, señor Carlos Vielmann Montes. Como ya he dicho alguna vez, el señor Vielmann no es “santo de mi devoción” –ni yo lo soy de él–, pero, como dijo Jesucrito alguna vez, “es justo dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” y debo reconocer que el entrevistado respondió a las preguntas como un hombre sencillo y sereno, sin prepotencia de ninguna clase. Según sus explicaciones, que por el principio constitucional es inocente hasta que no se compruebe lo contrario, deben ser tomadas en consideración antes de prejuzgarle a la ligera. Sin embargo, una auténtica jauría de individuos que se autoproclaman “representantes de la sociedad civil” están empeñados en que sea extraditado de España y juzgado en Guatemala. Tal parece que se proponen lincharlo, tal como lo hacen en los pueblos argumentando que aplican la “justicia maya”. Pero ¿quiénes son esos que se dicen “sociedad civil”. Apenas ayer reunió a sus miembros la entidad que se autodesigna Acción Ciudadana (AC), que dirige el señor Manfredo Marroquín, y gracias a la televisión pudimos ver que no reunió sino a unos pocos elementos. En vista de que a esas organizaciones fantasmas les falló el primer intento por lograr la extradición de Vielmann, porque venció el plazo para que la Cancillería de nuestro país enviara a las autoridades de España las pruebas contra él, el juez Santiago Pedraz Gómez, de la Audiencia Nacional de España, tuvo que ordenar que le dejaran en libertad, ahora el jefe de la Comisión Interamericana Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), doctor Francisco Dall’ Anesse, que en esta demanda estaba actuando como querellante adhesivo, ahora ha presentado otra demanda por otros delitos. Como si dijéramos que “si falló la primera vamos a ver si falla la segunda”. ¡Lo cual no se vale! Porque, como bien dice el distinguido jurista Gabriel Orellana, ex Canciller de la República, no se puede juzgar dos veces a una persona por el mismo delito.  La entrevista a Vielmann será repetida mañana en el mismo canal a partir de las 20:00 horas para beneficio de quienes no tuvieron oportunidad de verla y escucharla la primera vez. Les aconsejo que no dejen de verla y escucharla atentamente.

Brillante artículo del licenciado Pedro Trujillo

El licenciado Pedro Trujillo Álvarez publicó ayer en su habitual columna periódica MIRADOR del matutino Prensa Libre el artículo titulado “¡Traigan a Vielmann!, el cual me voy a permitir reproducir  a continuación textualmente, porque coincido totalmente con su criterio, pero antes quiero dar a conocer la hoja de vida del autor, para quienes no sepan se den cuenta de que no se trata de un badulaque, sino que de un hombre ampliamente preparado.

Educación

Licenciado Superior en Ciencias Militares. Curso de Altos Estudios en Ciencias Militares
Diplomado en Protección de la Información Criptografía
Diplomado en Estadística Aplicada y Tratamiento Informático
Maestría en Relaciones Internacionales, Summa Cum Laude, en la Universidad Francisco Marroquín (Guatemala). (2002)
Curso de Postgrado sobre Gestión y Planificación de Recurso de Defensa. National Defense University. The Center for Hemispheric Defense Studies.

Curso de Postgrado: International Defense Management Course, impartido por Defense Resources Management Institute, de la Naval Postgraduate School.

Experiencia Laboral

Desde Marzo 2005
Director del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (EPRI) de la Universidad Francisco Marroquín (Guatemala)
Hasta Febrero 2005
Catedrático titular de Problemas Contemporáneos y de Negociación y Solución de Conflictos en la Universidad Francisco Marroquín, Instituto de Estudios Políticos.
Catedrático titular de Geografía Política Mundial y Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Rafael Landivar (Guatemala)
Catedrático titular de diversos cursos en las Universidades Panamericana y Galileo.
Asesor y profesor del área de Planificación y Estrategia del Centro Nacional de Estudios Estratégicos (Centro ESTNA).

Licenciado Pedro Trujillo Álvarez

¡Traigan a Vielmann!
El tema de la extradición del señor Vielmann empieza a ser un despelote con pocas cosas claras. Parece que hubo un error judicial en la inclusión o tipificación del delito por parte de las autoridades judiciales, lo que sirvió a la CC para suspender momentáneamente el proceso, además de una serie de especulaciones en torno a presiones de la Cicig, falta de eficiencia por parte de Relaciones Exteriores e incluso alguna que otra oscura maniobra, denunciada en prensa por uno de los defensores, sobre la actuación de la jueza. El olor no es a vainilla, precisamente.
Pedro Trujillo
Por su parte, los oenegistas “promotores de la justicia” también han hecho su trabajo. Bajo un eslogan uniforme denominado “justicidio”, apareció simultáneamente en prensa gran cantidad de artículos: ¿estrategia de manipulación o casualidad? El caso Pavón, antes caso Giamattei, ahora es caso Vielmann; a la CC la cuestionan, aunque la ensalzaron cuando sacó las castañas del fuego al presidente que no tuvo la gallardía de destituir al fiscal general cuestionado por ellos; alaban a la CICIG cuando interesa, ignorando las arbitrariedades y errores que comenten entre “éxito y éxito”, y al PDH le perdonan el caso de su ex esposa y aquel ciudadano que estuvo en prisión injustamente por seis meses, en beneficio de apoyo para remover el estercolero. El reclamo por la justicia solo les sirve de justificación para otros fines espurios.
Esos “activistas sociales” son una rémora para el progreso, y solo quieren continuar como referentes mediáticos para recolectar más dinero que nutra sus caducas e interesadas organizaciones. Se retroalimentan cual dráculas de la savia de los billetes de donantes y promueven su particular e interesada visión de la justicia, que se sustenta en que las cosas son buenas si favorecen sus posturas, y manipuladas o mediocres, si no responden a sus comprados intereses. Bueno sería estudiar a cada uno y ver si trabajan en algo más o, una vez se les termine la teta de la donación, morirán por inanición. Conforman ONGs no fiscalizables y ocultan de dónde les vienen los fondos, porque pondrían en peligro sus opiniones. Están eximidas, muchas de ellas, del pago de impuestos, pero son quienes más cacarean que es preciso subir la tasa fiscal. Proclaman el respeto a los derechos humanos, la presunción de inocencia y otros similares, pero son implacables cuando se trata de doblarle el codo a la justicia en beneficio de lo que consideran “la verdad”, aunque aquella quede muy distante de sus posturas. Han vendido su opinión, su honestidad y sus argumentos a quienes le inyectan fondos a la improductiva economía en la que basan su negocio. La rentabilidad estriba en publicar para autoconsumo lo que otros iguales a ellos quieren oír, y en defenderlo como si de la verdad revelada se tratase.
Pareciera que hay otra consigna más allá de la palabreja del “justicidio”, es la de ¡traigan a Vielmann!, una implacable cacería en la que la pieza ha sido determinada y condenada con antelación. ¡Ah!, y mejor estar en sintonía con ellos; de lo contrario se ponen de acuerdo para situarte con el crimen organizado. Son un grupo de hipócritas vividores que, como ya dije otras veces, hay que desenmascarar. Ahí siguen manipulando lo que pueden y, sobre todo, elecciones como las que vimos días atrás. ¿Cuestionarán cierta preocupante ideologización de la recién nombrada fiscal general, o por ser similar a la suya la alabarán con publicaciones en prensa y declaraciones públicas? ¡Estemos al tanto! (Fin del artículo del licenciado Pedro Trujillo)

Comentario: el único comentario que se me ocurre hacer es ¡Qué razón tiene!

Comments

comments