¡SALTÓ LA LIEBRE!

Sandra Torres de ColomSandra Torres Casanova de Colom

Después de haber estado durante largo tiempo evadiendo dar una respuesta directa a la pregunta que se le ha planteado sobre si su esposa, Sandra Torres Casanova de Colom, pretende tratar de ser inscrita como candidata a la Presidencia de la República, el actual mandatario, ingeniero Álvaro Colom Caballeros, finalmente ha declarado la intención de que ella le sustituya. En una entrevista publicada hoy en Prensa Libre, esto fue lo que dijo:

“Pienso que Sandra podría ser candidata”, dice Colom

Al comenzar su último año de gobierno, el presidente Álvaro Colom repasa los avances del 2010, da sugerencias para el año electoral, advierte a políticos de lo que según él sucederá si no se aprueba una reforma fiscal y explica que la ley no impide a su esposa, Sandra Torres, aspirar a la primera magistratura del país.

Por Geovanni Contreras C.

Colom concedió una entrevista a Prensa Libre en su despacho de la Casa Presidencial para hablar sobre la coyuntura.

P: De oficializarse la candidatura de su esposa, ¿qué responderá, ya que se ha negado todo el tiempo?

R: No se ha negado; lo que yo he dicho es que es una decisión de ella y sería una situación sui géneris, no se ha dado nunca, y Sandra, como ciudadana, tiene el derecho de decidir su futuro político. Ha sido una buena gestora, un buen apoyo a mi gestión en todo sentido, desde la parte de visión de país, —hasta— la parte personal, los hijos, etcétera. Sí es una situación que yo no he vivido, así que vamos a tener que aprender a administrarla, si se diera.

P: ¿Si ella no aspira a la Presidencia, podría hacerlo al Congreso?

R: Honestamente, nunca me ha expresado interés del Congreso.

P: Expertos han mencionado que si no se logra la candidatura por obstáculos legales, podrían divorciarse…

Lo he leído, lo hemos visto. —Piensa—. Es irónico que simplemente por un divorcio, por un papel, recupera un derecho ciudadano. Eso dice que la ley está correcta, no genera grado. Está clarísimo. Pienso que Sandra, y por lo menos los abogados que hemos consultado, que han sido un montón, si ella decidiera, podría ser candidata.

P: ¿Dice que la Constitución no lo prohíbe?

R: Tomando tu pregunta del divorcio, si un papelito le restituye el derecho a una persona, yo digo: ¡Púchica, entonces está fregado! porque vedado, vedado. Y aparte que, según el Código Civil, dice claramente que no genera grado.

P: ¿Por qué cree que levanta pasiones el que su esposa pueda ir por la Presidencia?

R: Si fuera Ronaldo —Robles— el candidato, le estuviera cayendo. Es tradición que cuando alguien tiene opciones, le cae un ataque visceral. En el caso nuestro, diría que hay algunas razones de fondo. Todavía hay trasnochados que están viendo micos aparejados por cosas de chavismo, Jueves Negro y todo eso. Pero hay un factor que está atrás de la crítica exacerbada, y es mi independencia. He sido de diálogo, moderado, he aguantado Rosenberg, zetas, etcétera, y salimos bien, pero eso causó desgaste. Más que desgaste, distanciamientos.

P: Se viene otra brasa: la integración de la Corte de Constitucionalidad (CC). Se habla de que usted y otros organismos ya tienen a sus candidatos para denegar recursos contra candidaturas como la de su esposa o la de Álvaro Arzú.

R: Ojalá el proceso de designación tenga un procedimiento que garantice a una CC institucionalmente fuerte. Es muy complejo el proceso, y yo esperaría que haya madurez y objetividad en todas las elecciones.

P: ¿Ya tiene definidos a los abogados del Ejecutivo?

R: No. Voy a esperar que nombren todos. Hay ahí una fila de solicitudes —se ríe—, pero como dicen: la virtud de pedir tiene la bondad de decir no o decir sí, pero todavía no. Yo acostumbro a hacer esas decisiones colegiadas, y no personales.

P: ¿Cuál cree que será la característica que marcará este proceso electoral?

R: Es conveniente para el país innovar el proceso, convertirlo en una discusión pública de programas de Gobierno, en una discusión de la ideología que se va a utilizar. Hace algunos años hubo políticos que decían que la ideología ya no era importante, y eso es falso. La ideología neoliberal castigó a este país en forma impresionante. Yo he participado en cuatro administraciones: Arzú, De León, Serrano y esta. Nunca vi un programa de gobierno en Gabinete, y el plan de la esperanza lo tienen todos los ministros desde el primer día, si no va a ser lo de siempre: campañas negras, ataques viscerales y polarización.

P: Será difícil evitar señalamientos de politización de los programas sociales.

R: La instrucción mía es que no podía haber afiliado a ningún partido en las estructuras de administración y gestión de los programas. Hemos tenido problemas con algunas autoridades locales, gobernadores y alcaldes; han sido pocos, pero sí hemos tenido problemas, y he insistido en el Gabinete. La manipulación politiquera de la acción de gobierno no trae votos, los ahuyenta, porque la población es inteligente y lo siente como un chantaje.

P: ¿De qué se trata la actividad del viernes —mañana— en la Plaza de la Constitución?

Es exactamente lo que hemos hecho los dos años anteriores. Es un informe público a la ciudadanía; uno aquí en el centro, otros en el sur, occidente y en el norte.

P: La participación de gente del partido podría hacer que se interprete como un mitin.

R: Yo no voy a hacer un mitin, yo voy a hacer un rendimiento de cuentas… Bueno, tal vez yo tengo ahora el desperfecto de que no estoy en campaña; entonces, cuando yo estaba en campaña, todo lo veía con tinte de campaña.

P: Es su última oportunidad para una reforma fiscal.

R: La necesidad de una reforma fiscal ya es casi un hecho irreversible. Mi opinión es que por lo menos este año deberíamos llegar a una proyección del piso que hay en los acuerdos de paz; eso significaría subir dos puntos sobre el producto interno bruto los ingresos nuevos de Gobierno. Otro tema que nadie ha planteado es la rigidez del presupuesto; de cada quetzal que recaudamos, 9.2 centavos están ya dirigidos. Entonces, hay muy poco espacio de maniobra para adecuarse particularmente a las emergencias. Dos retos: aumentar la tasa impositiva y quitar esa rigidez al presupuesto.

P: Y para que avancen las iniciativas, ¿volverá a cabildear con el sector privado?

R: Esa es una ruta, y la otra es el sector político. De los muchos que ambicionan la Presidencia, cualquiera, si no hay reforma fiscal este año, va a tener problemas serios en el 2012. Creo que por madurez política, una ruta podría ser vía el sector político, y ojalá sea con acompañamiento del sector productivo. Imaginaría que los candidatos tienen pánico a las reformas fiscales en un año electoral, pero ese es un tabú que hay que romper; la reforma se viene manejando hace 20 años.

R: Mencionó el martes que la reforma fiscal va para este año electoral, aunque tenga que correr con el costo político. ¿A qué se refiere?

El costo político sería fundamentalmente con el sector productivo. Bueno, por la reforma que nosotros hemos impulsado, que son impuestos directos. Ese es un costo político. ¡Vaya que tengo costos de esa naturaleza en los tres años! —Se ríe—. (Fin de la entrevista)

Sin embargo, el abogado Óscar Clemente Marroquín, propietario y director general del diario La Hora, publicó el 10 del mes en curso el siguiente artículo

Oscar Clemente

Interesantes lecciones de derecho constitucional

Conforme se acercan las elecciones y se asigna a la Corte de Constitucionalidad una especial importancia porque puede tener la palabra final respecto a varias candidaturas, vemos que en los medios de comunicación se nos están dando lecciones de derecho constitucional y algunos pontifican respecto a las funciones de la misma CC.

No deja de ser curioso que se cuestione la facultad de la Corte de Constitucionalidad para hacer interpretaciones del texto constitucional cuando la misma Constitución dice que la CC tiene la función de actuar, opinar, dictaminar o conocer de aquellos asuntos de su competencia establecidos en la misma Carta Magna. Y más aún que se le regatee el derecho a interpretar la Constitución precisamente por quienes se han venido caracterizando por hacer sus particulares interpretaciones de las normas constitucionales.

Veamos por ejemplo el caso de la candidatura de la esposa del Presidente. El artículo 186 dice que no podrán optar al cargo de Presidente de la República “los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad” de quien esté ejerciendo la presidencia. La referencia a los grados es para no afectar a parientes lejanos, pero entendiendo que el parentesco más directo, tanto que ni siquiera forma grado, es el que se constituye entre cónyuges porque son ellos los generadores de todos los grados que hay de relación familiar de sangre o de afinidad.

El embajador Acisclo Valladares, quien critica con firmeza a la Corte de Constitucionalidad por hacer interpretación del texto constitucional, hace por su propia cuenta interpretaciones de la norma que van en contra del espíritu manifiesto de los legisladores. ¿Cómo puede alguien imaginar que los constituyentes querían excluir de la posibilidad de optar a la presidencia a un cuñado o un suegro y no a la esposa de quien ejerce el poder? Ciertamente el Código Civil establece que los cónyuges son parientes y que entre ellos no forman grado, pero eso no los aleja sino que les acerca más porque los convierte, conjuntamente, en el tronco común para determinar parentescos, tesis que es cuestionada por el Embajador en la Gran Bretaña porque él sostiene que por virtud de esa falta de grado la señora de Colom sí tiene derecho a optar.

Es norma general del derecho que el precepto tiene que ser interpretado y existen criterios legalmente establecidos para facilitar la interpretación, entendiendo así que el sentido literal es el fundamento básico para hacer interpretaciones. Pero cuando alguien se empeña en encontrar pasajes oscuros aun donde no los hay, los principios generales establecen que los mismos se podrán aclarar atendiendo, entre otras cosas, a la finalidad y el espíritu de la norma. ¿Cuál jocotes puede ser la finalidad y el espíritu de la norma que prohíbe de manera expresa y tajante que los parientes del Presidente opten al cargo? No hace falta ser genio para entender lo que buscaban los constituyentes y por más que se quiera retorcer el sentido literal del contenido del artículo 186 de la Constitución, es claro que quienes redactaron la norma pretendían impedir que alguien pudiera sacar ventaja de su relación de parentesco con el mandatario para lograr su elección. La referencia a los grados es simplemente para no extender la prohibición a toda la parentela lejana, aun de aquellos con los que no existe ningún tipo de relación como podrían ser primos segundos o concuños.

Como bien dice Acisclo frecuentemente en sus artículos, simplemente hay que entender que “la ley es la ley” y punto. Todo lo demás son, como también él repite, puras babosadas para acomodar las normas a lo que a uno le interesa. (Fin del artículo de Óscar Clemente Marroquín)

Comentario: En varias oportunidades he comentado que es obvio que el licenciado Acisclo Valladares Molina (que es un hombre brillante y un abogado que se las sabe todas y, en términos populares, es un tipo de persona catalogada como “un largo”) ha emitido una opinión en sus columnas de elPeriódico en el sentido de que la llamada “Primera Dama del País”, o sea “Sandrita” (como él la llama afectuosamente), pueda optar a la Presidencia de la República a pesar de que actualmente él está desempeñando ese cargo, porque la Constitución de la República no dice que sea prohibido y el Código Civil establece que el matrimonio no forma grado. Pero es natural que en esa forma Acisclo agradece que este gobierno le haya mantenido varios años en el cargo de Embajador de Guatemala ante el Vaticano y en la actualidad como Embajador ante el Reino Unido de la Gran Bretaña. ¡Ni modo! Como dice el refrán popular: “Amor con amor se paga” En mi opinión, sí existe impedimento constitucional para que la esposa del mandatario pueda sucederle en el cargo de Presidente de la República,  Pero, sinceramente, no creo que Acisclo lo pueda creer de verdad. Lo que sucede es que para mucha gente capitalina esta señora es lo que se puede llamar “malcayente”. Aunque se dice que, por el contrario, tiene muchas simpatías entre los indígenas y las clases económicamente más pobres.

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